La evaluación puede conceptualizarse como un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, mediante el cual verificamos los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos.
La Evaluación adquiere sentido en la medida que comprueba la eficacia y posibilita el perfeccionamiento de la acción docente.
Lo que destaca un elemento clave de la concepción actual de la evaluación: no evaluar por evaluar, sino para mejorar los programas, la organización de las tareas y la transferencia a una más eficiente selección metodológica.
Para emitir la valoración final del curso se tendrán en cuenta las actividades tradicionales (Trabajos, talleres en clase y exámenes), pero sobre todo la observación de la parte aptitudinal (Cualidad que hace que un objeto sea apropiado para un fin. Idoneidad para el buen desempeño de alguna cosa) Y la actitudinal ( Manera de comportarse u obrar una persona ante cierto hecho o situación: no puedes continuar con esa actitud de abandono y desinterés)
La Evaluación adquiere sentido en la medida que comprueba la eficacia y posibilita el perfeccionamiento de la acción docente.
Lo que destaca un elemento clave de la concepción actual de la evaluación: no evaluar por evaluar, sino para mejorar los programas, la organización de las tareas y la transferencia a una más eficiente selección metodológica.
Para emitir la valoración final del curso se tendrán en cuenta las actividades tradicionales (Trabajos, talleres en clase y exámenes), pero sobre todo la observación de la parte aptitudinal (Cualidad que hace que un objeto sea apropiado para un fin. Idoneidad para el buen desempeño de alguna cosa) Y la actitudinal ( Manera de comportarse u obrar una persona ante cierto hecho o situación: no puedes continuar con esa actitud de abandono y desinterés)